WASHINGTON, Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló la cumbre programada para el 12 de junio en Singapur con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, informó la Casa Blanca citando una carta a Pyongyang.
Trump aseguró que estaba deseando que tuviera lugar el encuentro, pero justificó su decisión en el “enorme enfado y la abierta hostilidad” que se derivan de los últimos comunicados de Pyongyang. Por ese motivo, el mandatario consideró “inapropiado en este momento celebrar este encuentro planeado durante mucho tiempo”.
La invitación, sin embargo, quedó abierta para concertar un nuevo encuentro. “Si usted cambia de opinión en lo que respecta a esta cumbre de la mayor importancia, por favor no dude en llamarme o escribirme”. “Sentí que se estaba gestando un maravilloso diálogo entre los dos”, añadió Trump.
Poco después del anuncio, tras reunirse con el secretario de Defensa, James Mattis, Trump dijo que sigue existiendo la posibilidad de que se celebre el encuentro según lo previsto o en un momento posterior.
Al mismo tiempo, sin embargo, dejó claro que las fuerzas de combate del país están preparadas para responder a agresiones militares norcoreanas. “Nuestro Ejército está preparado”, añadió.
Trump ya había puesto en duda la celebración de la cumbre en la fecha prevista, abriendo la puerta a que se celebrara en un momento posterior, el pasado martes, antes de reunirse con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, en Washington.
Moon afirmó que es difícil solucionar problemas diplomáticos serios a través de la “actual vía de comunicación” y pidió un “diálogo más directo y estrecho”. Singapur, que iba a albergar la cumbre, también lamentó la decisión, al igual que el secretario general de la ONU, António Guterres.
Entre las principales diferencias que planeaban de cara a la cumbre está la exigencia de Estados Unidos al país comunista de una renuncia total al armamento nuclear, en un desarme inmediato, irrevocable y verificable.
Para el régimen norcoreano, su programa nuclear también es un instrumento para asegurar su poder y Pyongyang está dispuesto a renunciar al uso de esas armas, de forma similar a como hace Estados Unidos como firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear.
Ayer, Corea del Norte había amenazado con cancelar el encuentro, al criticar recientes declaraciones del vicepresidente Mike Pence por decir que la situación en Corea del Norte terminaría “como el modelo libio si Kim no pacta un acuerdo”.
Hace 15 años, el entonces líder libio, Muammar Gadafi, se declaró dispuesto a eliminar sus armas de destrucción masiva a cambio del levantamiento de las sanciones impuestas al país norteafricano. (DPA-Reuters)